El espacio surge de la certeza que las Redes Sociales llegaron para quedarse y que es necesario utilizar de forma saludable y responsable las mismas. Hay mucho potencial en los diferentes espacios, pero también vemos los riesgos, nuestra intención es brindar herramientas practicas para configurar correctamente la privacidad de los servicios, reflexionar sobre el uso que le damos, tanto a los adultos como a los adolescentes. Buscamos que todos los usuarios tengan un rol más activo, navegando seguros, conscientes de la huella digital que van dejando a cada paso, con una perspectiva empática y atenta a qué mostramos, cómo y en qué podemos afectar a otr@s.
¿Qué cambios operan en los sujetos cuando ya no solamente tienen acceso a determinados bienes culturales sino que tienen la posibilidad de producir imágenes y participar en la cultura posmoderna?
La cultura posmoderna y la web 2.0 cambió la forma de
cómo entendemos el mundo, cómo nos comunicamos y actuamos, ante distintos
estímulos. Pasamos de un rol pasivo, en el que recibíamos información de pocos
medios, digerida y adaptada, en el que el mensaje era fijo y que no permitía la
confrontación ni discusión, a tener un rol más activo en el acervo cultural, en
donde pequeños grupos generan a partir de proyectos sociales, con visión
alternativa, reclamos y propuestas que interpelan a terminar con el statu quo
predominante, atendiendo y celebrando la diversidad cotidiana.
La tecnología permite que los sujetos se expresen y
logren amplificar su voz. El espectador deja de ser pasivo, a partir de una
conexión a internet y de un usuario en: Blogs, Facebook, Twitter o canales de Youtube,
con una idea y ganas de expresarla, el consumidor se transforma en “prosumidor”.
El “prosumidor” es un concepto que utilizó 1980
Toffler y se refiere al consumidor y productor. Los usuarios no solo consumen
información e ideas, sino que las generan, influyendo en el mercado. Son
estudiados por las empresas que brindan servicios, su visión es atendida y se
ve reflejada a la hora de ofrecer un producto más cercano a los intereses de
los receptores.
Deriva de la actitud proactiva de los usuarios, no
solo la posibilidad de generar contenidos, sino la capacidad de elegir con qué medio
informarse y con qué no. Crear redes que habiliten a leer solo lo que
consideran útil – verdadero, desatendiendo el resto, comentar, generar
encuentro y diálogo con quienes antes era imposible. Una cercanía que genera
comunidad y el sentirse parte de algo más grande y transformador.
Un ejemplo claro y contundente de este proceso de
transformación y activa participación que se da a partir del acceso a las Redes
Sociales, con un uso responsable, crítico y comprometido, como protagonistas
del mismo, es en la propuesta de los Booktubers. Los jóvenes leen por placer, promueven
y estimulan el gusto por la lectura en comunidad y así, alientan una nueva
forma de participar en la cultura. Son referentes en su entorno.
El protagonismo que pueden adquirir viene cargado de
riesgos a los que apunta el espacio que iremos construyendo, en pro de
colaborar con la participación más responsable y saludable en el mundo virtual,
evitando, en la medida de lo posible riesgos innecesarios. Acompañando la
emancipación de los sujetos a la hora de expresarse sobre lo que es, lo que
quieren y piensan.
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